La iniciativa y posterior campaña se construyeron sobre un objetivo alcanzable: 2 palabras por día – 200 palabras en 3 meses. A partir de ahí, se puso el foco en motivar a las personas trabajadoras y lanzarles un mensaje con claros objetivos: que la primera palabra sea siempre en euskera, transmitir que es sencillo hacerlo y, sobre todo, que lo podían conseguir con recursos y facilidades a su alcance: diccionario, web, ejercicios cada dos semanas, …

Erraza da, lehen hitza euskaraz egitea.